(Ann Arbor, Michigan, 1960)
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The Palace Thief
(1994) |
Resulta curioso ver cómo un autor joven americano alcanza un éxito prematuro en su país y es traducido a otras muchas lenguas a base de repetir modelos prosísticos muy clásicos, tanto que algunos los tildarían de trasnochados. La prosa de Ethan Canin es aseada, ortodoxa, tan equilibrada como un templo dedicado a las Vestales. Y es precisamente en este punto donde reside el interés de su propuesta narrativa, pues Canin es coherente; fiel a un ideal que se sostiene de manera consistente gracias a un estilo sobrio que huye de modas efímeras y juegos postmodernos.
En «El ladrón de palacio», relato que da título al libro homónimo compuesto por cuatro cuentos de generosa extensión, Hundert, un profesor de historia que trabaja en un colegio de élite donde estudian los hijos de los senadores y de los hombres más poderosos del país, pretende inculcar a sus alumnos unos valores éticos que les conduzcan a ejercer su profesión con equidad en el futuro. Sin embargo, las pasiones de los humanos, la condición humana, que es sobre lo que, al fin y al cabo, reflexiona el autor, se impondrá al orden y a las reglas establecidas y el profesor se verá envuelto en una contienda con un alumno mentiroso que se propone hundir su carrera. Canin ha sido tildado por un sector de la crítica de su país como autor moralista y poco innovador. Sin embargo, a muchos nos parece un maestro del relato con una fuerte personalidad que le aleja de lo
trendy y que dota a sus textos de una intensidad sin dramas y un mensaje que no deja indiferente a quienes lo leen por primera vez. En su caso, el clasicismo es vanguardia.
(Zamora, 1979)
Licenciado en Historia del Arte y Documentación. Ha escrito y dirigido los cortometrajes
Odio, Sin título y
Death. Es autor del libro de relatos
Cuento kilómetros (Eutelequia, 2011), y de las novelas
LS6 (Bohodón, 2010), distinguida en el Festival du Premier Roman de Chambéry,
Biblioteca Nacional (Eutelequia, 2012) y
La 4ª (Lupercalia, 2014). También ha coordinado, junto a José Ángel Barrueco, la antología
Viscerales (Ediciones del Viento, 2011). Es colaborador habitual de prensa y su obra poética y narrativa aparece antologada en varios libros. Actualmente reside en Madrid.
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El viento que agita la cebada